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martes, 19 de abril de 2011

Debemos imponer a los Amos la Moneda/Tiempo

El hombre necesita, para sobrevivir en este mundo dificil, dos cosas: la tierra y el trabajo. De la 1ª ya se han apoderado, desde hace tiempo, los Amos del Mundo, así que a los esclavos nos queda sólo la segunda opción, el TRABAJO, pero claro, éste lo conceden también los Amos, de forma aleatoria, caprichosa, atendiendo a sus necesidades y siempre de manera despótica. Nosotros, los esclavos, ponemos nuestro esfuerzo físico, nuestro ingenio y nuestra mejor voluntad en producir alimentos, tecnología y todo lo que existe en el mercado. Los objetos que producimos tienen que ser valorados por los Amos para, de ese modo, tener sujetos a los esclavos. Las cosas son valoradas mediante una cosa llamada DINERO, que lo mismo puede ser ORO, que cobre, aleaciones de metales innobles o simplemente PAPEL, en sus diversas formas: dólar, euro, yen o algunas de esas monedas que sólo sirven en el país de origen, dada la pobreza de los mismos, pues aunque ricos en materias primas, estas ya se las llevan los Amos gratis y sin dar las gracias.
Para evitar tales desatinos, habrá que imponer a los Amos el uso de la Moneda/Tiempo. Esta sería la HORA. Siete horas se pagarían a cada ciudadano, o sea 210 horas semanales o 2.121 horas anuales. Basándose en estas cantidades resultaría la cantidad de dinero circulante. Las personas podrían endeudarse en compras a plazos con un límite de un 50% de sus horas acumuladas. Las materias primas, como el petróleo tendrían un valor en horas equivalente a las horas que circulan por el mundo. Si suben el precio, éste tendrá un límite en el número de monedas/horas-tiempo que los trabajadores y las empresas pueden gastar. Después, se racionaría hasta que pudiese volver al valor normal. Una empresa costaría una cantidad de dinero/horas, que aunque grande, sería pagada por el ahorro de los socios, el crédito de los bancos y las ayudas del Estado. Por mucho que costara emprender un negocio, nunca se llegaría a la bestialidad de millones que ahora cuesta hacerlo. La Banca tendría un límite en sus balances, pues éstos dependerían de las monedas/horas sobrantes que la gente ahorradora depositaría en ellos. Se acabaría la especulación, las injusticias y las guerras. Tendríamos un mundo tranquilo sin las constantes inquietudes con que el actual SISTEMA nos sorprende día a día. ¿Les gustará esta solución a esos "déspotas que dominan el MUNDO". La respuesta mañana

La NUEVA MONEDA que debemos imponer.

El hombre necesita, para sobrevivir en este mundo dificil, dos cosas: la tierra y el trabajo. De4 la 1ª ya se han apoderado, desde hace tiempo, los Amos del Mundo, así que a los esclavos nos queda sólo lña segunda opción, el TRABAJO,pero claro éste lo conceden también los Amos, de forma aleatoria, caprichosa, atendiendo a sus necesidades y siempre de manera despótica. Nosotros, los esclavos, ponemos nuestro esfuerzo físico, nuestro ingenio y nuestra mejor voluntad en producir alimentos, tecnología y todo lo que existe en el mercado. Los objetos que producimos tienen que ser valorados por los Amos, para, de ese modo, tener sujetos a los esclavos. Las cosas son valoradas mediante una cosa llamada DINERO, que lo mism,o puede ser ORO, que cobre, aleaciones de metales pobres o simplemente PAPEL, en sus diversa formas: dólar, euro, yen o algunas de esas monedas que sólo sirven en el país de origen, dada la pobreza de los mismos, pues aunque ricos en materias primas, estas ya se las llevan los Amos gratis y sin dar las gracias.
Para evitar tales desatinos, habrá que imponer a los Amos el uso de la Moneda/Tiempo. Esta sería la HORA. Siete horas se pagarían a cada ciudadano, o sea 210 horas semanales o 2.121 horas anuales. Basándose en estas cantidades resultaría la cantidad de dinero circulante. Las personas podrían endeudarse en compras a plazos con un límite de un 50% de sus horas acumuladas. Las materias primas, como el petróleo tendríoan un valor en horas equivalente a las horas que circulan por el mundo. Si suben el precio, éste tendrá un límite en el número de horas que los trabajadores y las empresas pueden gastar. Después, o se racionaría hasta que pudiese volver al valor suyo. Una empresa costaría una cantidad de horas, que aunque grande, sería pagada por el ahorro de los socios, el crédito de los bancos y las ayudas del Estado. Por mucho que costara emprender unnegocio, nunca se llegaría a la bestialidad de millones que ahora cuesta hacerlo. La Banca tendría un límite en sus balances, pues éstos dependerían de las horas sobrantes que la gente ahorradora depositaría en ellos. Se acabaría la especulación, las injusticias y las guerras. Tendríamos un mundo tranquilo sin las constantes inquietudes con que el actual nos sorprende día a día. ¿Les gustará esta solución a esos "déspotas que dominan el MUNDO". La respuesta mañana.